Ingredientes:
1 vaso y medio de proteína de guisante texturizada
2 vasos de caldo de verduras
Caldo de remolacha
3 cucharadas de harina de trigo
1 cebolla
3 dientes de ajo
1 cucharadita de sazonador vacuno
2 cucharaditas de pimentón dulce
Sal al gusto
4 cucharadas de maizena
1- Poner a cocer el caldo de verduras, verter el caldo de remolacha, la cebolla, el ajo, el pimentón, el sazonador y una pizca de sal.
2- Apagar el fuego cuando la cebolla y el ajo estén cocidos.
3- Echar la proteína de guisante.
Cuando esté hidratada echar la harina mover bien y dejar unos 20 minutos.
4- Echar la maizena y mezclar bien.
5- Echaremos la mezcla en papel film y la envolvemos, le daremos el grosor que deseemos.
6- Ataremos un extremo con cuerda y a continuación iremos atando de un extremo al otro.
7- Coceremos agua en una cacerola pero antes de introducir nuestra morcilla, la pincharemos con un palillo. Esto evita que reviente.
8- dejaremos cociendo 25 a 30 minutos, estará preparada cuando esté durita.
9- Cuando haya pasado el tiempo, la sacaremos y la dejaremos enfriar. Quitaremos el film a los trozos que vayamos a consumir.
10- Cortaremos por la mitad y cocinaremos en una sartén con un chorro de aceite de oliva o en el horno, en ambos lados hasta dorar.
Mientras no vayamos a consumirla, la mantendremos en el film. También podemos congelarlas.
Otra opción es aplastar con una espátula para crear hamburguesas.
Nosotros en este caso la hemos metido en un trozo de pan. Mi mujer además añadió lechuga y mahonesa vegana.
IMPORTANTE: Si la calentamos en el microondas no os olvidéis de quitarle el film.